Pensar en viajar siempre produce placer. Elegir un destino, armar las valijas y salir a la ruta es una de las cosas que más esperamos en ciertos momentos del año. Pero, ¿por qué viajar? ¿Qué ganamos con eso?
Para empezar, se sabe que viajar permite desconectar. Nos salimos de la rutina, dejamos de lado las presiones diarias y nos embarcamos en una aventura desconocida. A continuación te contamos 5 beneficios de salir a la ruta.
Al viajar salimos de la rutina y del estrés
Pocas cosas hay tan temidas como la rutina diaria. Las responsabilidades, los horarios, andar a las corridas y el estrés van poco a poco mermando nuestro estado de ánimo. Sin embargo, todo ello queda atrás cuando emprendemos un viaje.
El primer beneficio de viajar es, por lo tanto, poder desconectar de nuestra propia vida.
De acuerdo con un estudio de las Universidades del Sur de California y San Francisco, en Estados Unidos, estas experiencias afectan directamente al sistema límbico, que es el responsable de las emociones. Poder salir de la rutina y del estrés diario renueva nuestra mente y, a la vez, nuestro ánimo.
Dormimos más
El segundo beneficio de viajar es claramente el descanso. Aunque hagamos excursiones y realicemos largas caminatas, el despertador no suena por las mañanas, por lo que podemos descansar un poco más y desayunar sin prisa.
Además, el realizar actividades que se alejan de las habituales hace que terminemos el día más cansados, así que dormiremos mejor.
Paramos la marcha y vemos el presente
Otro de los beneficios de viajar es que paramos nuestra espiral de pensamientos y nos dedicamos a vivir el día a día. Nuestra mente se encuentra en el momento presente y se aleja de las reflexiones sobre el pasado y la planificación hacia el futuro.
En otras palabras, las preocupaciones y la ansiedad se reducen durante el viaje.
Al viajar segregamos hormonas de placer
Encontrarnos en un lugar que no es el habitual produce un cambio en nuestro organismo. Segregamos hormonas como las endorfinas, la serotonina o la dopamina; todas ellas responsables de las emociones positivas.
Del mismo modo, se disminuye la producción de cortisol, que va directamente relacionado con el estrés.
Mejoramos las relaciones interpersonales
Tanto si lo hacemos en soledad como en compañía, otro de los beneficios de viajar es el fortalecimiento de las relaciones interpersonales. Un viaje en familia refuerza los lazos de unión, ya que todo lo mencionado anteriormente se vive juntos. Y en la distancia, logramos ver las cosas con más perspectiva, y nos hace valorar lo que en ese momento no tenemos.
Si bien destacamos cinco, podríamos seguir mencionando muchos otros beneficios de viajar. Conocer nuevas culturas y costumbres, hacer nuevos amigos, apreciar la vida, salir de la zona de confort, fomentar la creatividad. Son muchísimas las cosas positivas que obtenemos al salir a la ruta, por eso nos gusta tanto. Y, claro, no nos olvidemos que es también en estas experiencias que podemos incluso conocernos un poco más a nosotros mismos.