A la hora de elegir un destino surge una pregunta que muchas veces respondemos automáticamente: ¿Verano o invierno? ¿En qué época del año conviene viajar? Si bien todo momento es propicio para hacer la valija y salir a la ruta, tenemos bastante internalizado que son dos los momentos en que una escapada para desconectar es posible.
Ya sea por cuestiones laborales, escolares o de cualquier índole, solemos elegir entre el verano y el invierno. Claro, existen excepciones, y están los suertudos (¿o valientes?) que viven viajando, pero en general, todo se reduce a esas dos opciones.
En una encuesta realizada por el programa Embarcados entre sus seguidores de Instagram, la respuesta fue contundente. El 81% de los participantes indicó que la mejor época para salir de vacaciones es el verano. Como contrapartida, el 19% restante prefirió el invierno.
Los números no sorprende. Si bien hay quienes optan por pasear en época de frío, la mayoría cuando piensa en vacaciones remite al verano. Playa, sol, arena, caminatas, agua, mar y pileta parecen ser los elementos que mejor ilustran el descanso.
El factor escolar es sumamente importante en esto. No es lo mismo contar con un par de meses para organizarse y salir que con sólo dos semanas. Ahí radica gran parte del argumento respecto al verano. Como los chicos tienen más días libres en ese momento del año, las familias pueden coordinar mejor horarios y actividades.
Sin embargo, el invierno también tiene lo suyo. Nieve, montañas, esquí, cabalgatas, son algunos de sus atractivos. Muchos prefieren salir en época invernal porque prefieren este tipo de actividades, porque «hay menos gente», o simplemente por el destino elegido.
Ese es otro factor importante: no siempre se parte del momento libre disponible, sino del destino que se desea visitar. Existen locaciones que son ideales para cada época y otros a los que se puede ir en cualquier mes del año. Un sueño o viaje trucado, un deseo no cumplido, pueden ser determinantes también a la hora de elegir a dónde ir y, por ende, la época.
En definitiva, al elegir verano o invierno, son distintos los factores a tener en cuenta, pero parecer ser que entre las opciones hay un claro ganador.